¿Qué pasa en el comedor?
Somos miles los estudiantes que
almorzamos diariamente en el comedor. Sabemos que es un servicio esencial para
quienes pasamos muchas horas en la universidad, para quienes vamos de la
universidad al trabajo sin pasar por casa, para quienes no tenemos otra opción
económica para comer. También sabemos que el servicio, desde el año pasado,
viene deteriorándose progresivamente: colas interminables que duran más de una
hora, raciones cada vez más chicas, cantidad de bandejas insuficientes para
todos.
Ante una demanda creciente de
bandejas, se ha impuesto un cupo real a la cantidad de comida (es decir, en los
hechos, pero sin que haya una resolución que lo habilite): la cantidad límite
es de 1700 bandejas. Del total, 500 son para becados y el resto para ser
vendidos. El siguiente paso que pretende dar la Secretaría de Bienestar, a
cargo de la kirchnerista Belén Álvarez, es reducir al cupo de bandejas a 1200.
A estos datos se deben agregar la
reducción del personal del comedor, trabajadores con antigüedad de 18 años sin
ser aún efectivos en sus puestos de trabajo.
¿Por qué sucede esto?
Las respuestas a esta pregunta
son diferentes de acuerdo a quién lo diga. Desde la Federación Universitaria de
Cuyo (FUC), dirigida hoy por un fracción peronista que responde directamente a
Paco Pérez, se afirma que el problema es de gestión: que Belén Álvarez,
perteneciente a otra fracción del peronismo actualmente en disputa con la FUC,
tiene el presupuesto para hacer las mejoras que el comedor necesita pero no es
consecuente con el “modelo nacional y popular”. Lo que ninguna de estas dos
fracciones quiere reconocer es que el problema es netamente presupuestario. Para eliminar los cupos del comedor y hacer
las refacciones necesarias necesitamos más presupuesto.
Podemos dar algunos ejemplos para
comprender por qué el problema del comedor es un problema presupuestario: en
2011 se aprobó el triple turno de cursado para la Fac. de Cs. Políticas y
Sociales. Aún no se implementa por falta de presupuesto. Agreguemos otro: en la
carrera de Cerámica los estudiantes han comenzado a pagar sus materiales,
porque la facultad no puede brindarlos. Otro más: salarios docentes por debajo
de la canasta básica, docentes ad honorem, aulas hacinadas.
El origen de estos problemas es
la falta de presupuesto educativo. El origen del problema del comedor también.
Sin presupuesto, ¿cómo se ampliará el comedor, cómo se aumentará la cantidad de
bandejas? Desde luego, no hay forma de hacerlo.
¿Qué estamos haciendo y qué podemos seguir haciendo?
El miércoles 23 de mayo las
diferentes fuerzas políticas de la universidad nos movilizamos hasta la sesión
de Consejo Superior para exigir que se elimine el cupo del comedor. El rector
Arturo Somoza, partidario de la fracción peronista que gestiona la Sec. de
Bienestar se negó a tratar el tema absolutamente. Ante la presión de quienes
estábamos presentes pidió cuarto intermedio y los consejeros se retiraron de la
sesión. Este hecho ha demostrado que no tiene interés en dar una respuesta a la
situación de comedor, y que su proyecto de universidad está muy lejos de ser el
que los estudiantes buscamos y necesitamos.
Ese mismo día, entre los
presentes, decidimos llamar a asamblea a todos los estudiantes de la
universidad en el mismo comedor universitario el MARTES 29 DE MAYO, A LAS 13HS. Llamamos a todos nuestros compañeros
a participar de la asamblea: la participación es fundamental porque la lucha
por el comedor y el presupuesto requiere de todos nosotros.
El presupuesto es un problema nacional
Como dijimos, la lucha por el
comedor requiere de toda la participación posible. Sólo la participación,
acompañada de organización y lucha, pueden posibilitar la victoria de nuestras
demandas. Pero además, si comprendemos que el problema de fondo es el
presupuesto universitario, es decir, que la lucha es aún más grande y que para
lograrlo hay que torcerle el brazo a las autoridades universitarias y hacer llegar
nuestro reclamo hasta el gobierno nacional, la necesidad de ser cientos, miles,
se vuelve evidente.
El contexto en que la esta lucha
surge es el de una Argentina que ha entrado en “sintonía fina”, la política del
kirchnerismo adoptada para afrontar la tormenta de la crisis económica que
empieza a aparecer en el horizonte. Esta “sintonía fina” es el refinado
eufemismo de “ajuste”: así lo demuestran los topes salariales en las
paritarias, la amenaza constante del aumento de tarifas, etc. El estado
nacional destina menos dinero para educación, pero sostiene subsidios
millonarios a empresas y continúa pagando una deuda externa ilegítima.
Este contexto explica la
dimensión de la pelea que tenemos por delante. Insistimos, la lucha y la
organización es todos los estudiantes es imprescindible. El martes, en
asamblea, comenzaremos a dar los primeros pasos.
POR MÁS PRESUPUESTO EDUCATIVO
NO AL CUPO DEL COMEDOR: POR MÁS
BANDEJAS Y MEJORES RACIONES DE COMIDA. POR LA AMPLIACIÓN DEL EDIFICIO
PARA TERMINAR LAS CONDICIONES DE
TRABAJO PRECARIAS EN EL COMEDOR. POR SALARIOS DIGNOS.
TODOS A LA ASAMBLEA:
MARTES 29/5, 13HS. COMEDOR UNIVERSITARIO